Adultos jóvenes que siguen viviendo con sus padres
Adultos jóvenes que siguen viviendo con sus padres Familia y bienestar
Primavera del 2011: 8.4 millones
Primavera del 2021: 6.8 millones Mujeres
Primavera del 2011: 11.2 millones
Primavera del 2021: 10 millones
Cómo resolver el problema de los adultos jóvenes que no han abandonado el nido
Lo criaste para que se independizara pero vive contigo Qué hacer con el joven que no se va de tu sofá
Paul Blow ¿Alguna vez quisiste desalojar a tu propio hijo? Una en el estado de Nueva York, harta de su hijo treintañero desempleado, hizo eso exactamente hace unos años. La saga de la familia Rotondo con el hijo soltero que no se mudaba de casa figuró en las noticias internacionales. Pero una versión más tranquila se está desplegando a nuestro alrededor, a medida que cifras sin precedentes de jóvenes deciden no ir a la universidad ni trabajar, y vivir —por tiempo indefinido— donde sus padres. “El hogar siempre se consideró como un punto de partida”, dice Julie Lythcott-Haims, exdecana de Stanford University y autora de Your Turn: How to Be an Adult. “Pero a veces, es cómodo como un sofá”. Se estima que en marzo del 2020, el 60% de los hombres de entre 18 y 24 años estaban viviendo con sus padres, al igual que el 22% de los de entre 25 y 34 años, según la “Encuesta de la población actual”. Esa es la proporción más alta para el grupo de edad de entre 25 y 34 años en los últimos 60 años, y es significativamente mayor que para las mujeres de las mismas edades. La primavera pasada, unos 6.8 millones de hombres estaban en la universidad, en comparación con 10 millones de mujeres, según descubrió el National Student Clearinghouse Research Center. Y los hombres de 25 a 30 años fueron menos propensos a tener un empleo o a estar buscándolo que los de la generación anterior, según un informe del 2019 de la Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU. Obtén acceso al momento a descuentos, programas, servicios y toda la información que necesitas para mejorar tu calidad de vida. Encontrar su camino puede resultar más difícil para los muchachos, señala la psicóloga clínica Meg Jay, profesora adjunta de University of Virginia y autora de The Defining Decade: Why Your 20s Matter and How to Make the Most of Them Now. Una muchacha quizás dé prioridad al trabajo, o la maternidad, y con quienes hablar de esos temas, dice Jay. “Sin embargo, muchos hombres sienten que su vida no puede comenzar hasta que encuentren una manera de afianzarse en la fuerza laboral, y muchos no saben cómo empezar ni a dónde recurrir para obtener ayuda”. Según los especialistas en salud mental, los alquileres altos, la deuda estudiantil universitaria, las expectativas paralizantes de la sociedad (y de los padres) y los son todos factores contribuyentes. Ha surgido una industria de mentores personales y programas de tratamiento costosos que promete arreglar el “síndrome del nido lleno”. Pero quizás tu hijo no necesita todo eso, dice Mark McConville, psicólogo clínico en Beachwood, Ohio, y autor de Failure to Launch: Why Your Twentysomething Hasn’t Grown Up … and What to Do About It. “Si tu hijo que vive contigo está motivado, buscando empleo, lleno de energía activa, simplemente apóyalo”, señala. “El hijo que ha sufrido reveses y se aprovecha de la apatía es el que hace que sus padres se sientan frustrados e indefensos”. Si eso te resulta familiar, prueba estas estrategias.Reúnanse
Programa una reunión en la habitación más formal del hogar, recomienda McConville. “Cierra la puerta y demuestra que no se trata de algo rutinario”. Deja claro que para seguir viviendo contigo, tu hijo atascado tiene que hacer algo provechoso —conseguir empleo o estudiar— al igual que contribuir al hogar familiar. “No hay ningún problema si los padres hacen preguntas difíciles, como, por ejemplo, ‘¿Cómo crees que será tu vida dentro de un año, dentro de tres a cinco años?’”, señala Jeffrey Jensen Arnett, académico sénior de Investigación de Clark University y autor de Emerging Adulthood: The Winding Road From the Late Teens Through the Twenties. “Un joven de 19 años que lucha con la pregunta ‘¿Qué quiero hacer?’ es normal”. En cambio, un joven estancado de 29 años podría estar inmovilizado debido a expectativas poco realistas de que conseguirá fácilmente el trabajo de sus sueños en el que le pagarán muy bien. “En algún momento, tienes que ir a trabajar, lograr la autosuficiencia económica y disfrutar de tu trabajo lo mejor que puedas”, dice Arnett.Establece nuevas reglas
Establece expectativas acerca de ayudar con las tareas del hogar. “Siempre que un adulto emergente esté viviendo con sus padres, es importante que contribuya al hogar como cualquier otro adulto”, señala Arnett. Las posibilidades incluyen tareas como sacar la basura, , hacer reparaciones de vivienda, cuidar a las mascotas, e ir de compras y cocinar. “Demuéstrales a tus hijos adultos que confías en ellos”, aconseja Jay. “¿Por qué él o ella no puede ser capaz de conseguir un empleo, ir a trabajar todos los días y ? Millones de veinteañeros lo hacen. No le comuniques a tu hijo que tú piensas que no puede ser uno de ellos”.Estudiantes inscritos en la universidad
HombresPrimavera del 2011: 8.4 millones
Primavera del 2021: 6.8 millones Mujeres
Primavera del 2011: 11.2 millones
Primavera del 2021: 10 millones